El pasado lunes empecé las clases, en inglés, de biodiversidad y conservacion animal. Y voy a tratar de resumir en qué quedó la cosa. En castellano.
Comenzamos reflexionando un poco sobre el significado etimológico del propio nombre de la asignatura: Animal (bio)Diversity and Conservation. He pensado que en una hoja de cálculo se puede expresar, de manera radial, estas derivaciones etimológicas. Queda pendiente...
Y es que unos minutos antes de la clase, descubrí en el collins un par de cosas muy dignas de notar. Por un lado resulta que "servir" viene de esclavo, de siervo. En "conservación", ese "con-" implicaría una colaboración entre distintas partes de forma que ya no serían unos los que trabajarían para otros... La conservación, podríamos decir, es cosa de todos, o debería serlo...
Y aquí viene a la perfección el otro "descubrimiento" en el collins: Una vez hace tiempo, así sin querer (queriendo), cometí un error al escribir la palabra "conservación", porque puse "conVERsación"; y la verdad es que me moló el resultado, ya que sin conVersación, sin democracia real participativa, no hay conserVa-acción.
Pero es que me voy al collins antes de esta clase "lunera" (del lunes) y me encuentro que "di-versidad" se parece etimológicamente a "con-versación". Dejo para el "lectorado" (lectores/as) la búsqueda en los diccionarios de internet... Lo interesante es que di-versidad es juntar distintas cosas, es análogo a "con-versar", que sería algo así como "verter distintas cosas en conjunto..."
¿Y "Animal"?
Pues "animal" siginifica etimológicamente un ser animado, que se mueve, y/o que está dotado de "anima" (alma). Resulta por ello curioso que en la historia las creencias hayan revolcado este significado "primordial" y le perdonaran el alma a los animales no-humanos, incluso en su momento hasta a las hembras humanas. (la verdad sea disha: las hembras son menos domesticables...) Comenté en clase que curiosamente en la mayoría de las clases y trabajos en nuestra sociedad la gente está sentada, estática, inanimada. Quizás por eso los cerebros se usan al cero, coma, algo por ciento (o por mil...) dado que el funcionamiento de nuestro cerebro, desde su fundación (como "quiste sensorial"), funciona en coordinación con un torrente sensorial (en inglés "sensualness" suena sensacional) permanente entre "el exterior" y nosotrxs, nuestro cuerpecito serrano.
Y, por supuesto, para que una máquina que lleva moviéndose cuasi-permanentemente miles y millones de años siga funcionando adecuada-mente, es necesario que siga moviéndose algo, al menos. Sería muy interesante sacar el índice (o cociente medio) de la "velocidad de ingesta conceptual" (V.I.C.) del cuerpo del alumnado a lo largo de su período vital de formación formal. Esto es, si la mayoría de conceptos se los tragan a través de sus cerebros y cuerpos en un estado que podríamos llamar de "crisálida" (que no queremos decir, ni mucho menos que el alumnado sea "capullo"), debido a su escasísima movilidad en el aula, pues, ahora que bolonia nos invita a dinamizar las aulas incrementando la movilidad intra-aula merced a las sillas móviles, seguro que esa V.I.C. se incrementa también y ganamos tod@s...
Y de este juego sobre la conversación de la conservación pasamos más al grano:
Montamos una lluvia o tormenta de ideas sobre: "La Llegada de la Primavera". Y en la pizarra ibamos poniendo las ideas que surgían sobre aquellos signos o sintomas por los cuales percibimos que la primavera se nota cada vez más.
Lo gracioso fue que no se trataba de una lluvia de ideas, así, teórica, sin más...
Se trataba, muy expresamente, de aterrizar en lo concreto a través de nuestra propia experiencia personal y sensorial. De forma que las ideas que fueron surgiendo había que concretarlas en el espacio y en la experiencia directa (Daniel Everett usa el concepto de: ?? para "el aqui y ahora" tan determinante en la construccion del lenguaje y de la cultura Piraha).
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